El domingo 8 de marzo se fueron abriendo lentamente los baúles de los recuerdos para iniciar la caminata Nº 253 a la luz de la luna desde la cooperativa agrícola.

La presidente Brigite Weyreuter con cálidas palabras dio la bienvenida. Con el despliegue de un banner con gráficos y fotografías, Juan Plocher fue explicando detalladamente los principales edificios y lugares públicos que fueron parte del crecimiento de nuestra ciudad.

Mágicamente comenzó a escucharse “Llegando a Montecarlo” en la voz de nuestros queridos y recordados junqueros, mientras las mujeres fueron agasajadas con un bombón.

En un ómnibus y una combi nos dirigimos hasta el lugar donde funciono el primer edificio de la escuela Nº 132.  Escuchamos datos y anécdotas de la escuelita y del primer director Antonio Dagorret.  Junto al pie del monolito fue depositada una ofrenda floral. Fue muy emotivo el arrío de la bandera nacional por hijos de ex alumnos con el saludo a la bandera entonado por los caminantes.

Observamos banderas argentinas que ubicaban el primer puesto de gendarmería nacional y de la policía; la primera casa donde se enseñó alemán; el galpón de los inmigrantes. Y en el puerto Montecarlo el hotel de los inmigrantes y el primer correo. Fue el punto de ingreso de los inmigrantes. Ya el sol comenzaba a esconderse en el horizonte.  Se encendieron las antorchas que acompañaron a un grupo de caminantes hasta orillas del río para depositar en sus correderas una ofrenda floral, y una botellita con un mensaje en reconocimiento y sensible homenaje a los primeros pobladores e inmigrantes.

Con mucha luz brillaban las antorchas portadas por adalides iniciando nuestra caminata a lo largo de la costanera con faroles, lámparas y linternas. Al pasar por un charco nos deleitamos con el mágico concierto de sapos y ranas. Entre los árboles frondosos descubríamos la luna llena luminosa y brillante.  La suave brisa de la noche y la fresca fragancia de la vegetación se entremezclaba en las charlas de los entusiastas caminantes.  En el último mirador se realizó un sorteo de plantas entre las mujeres.

En un marco poético y majestuoso, con un recuadro natural de árboles nos iluminaba la luna llena; detrás nuestro corrían las aguas del majestuoso río, y con un encanto suave y melodioso comenzó a sonar un violín, con el que la joven Daiana interpretó la canción de la amistad, y el canto a Montecarlo.

Esta caminata fue organizada con el apoyo y trabajo de todos los integrantes de la Comisión Directiva. Fue exitosa y muy emotiva.

Agradecemos a los 67 caminantes que participaron en esta memorable caminata; al departamento vial municipal y a prefectura naval argentina, que nos brindó seguridad y protección en nuestro recorrido.

Como el próximo miércoles 18 de marzo es una fecha muy especial para la agrupación, porque hace 22 años se iniciaron un domingo las actividades, se quiere agradecer a los que siguen activos y recordar a los que ya no están más.