El pasado 7 de octubre se inauguró la Sala Horten en el Museo Nacional de Aeronáutica, ubicada en la localidad de Morón, provincia de Buenos Aires, como reconocimiento al Ing. Reimar Horten, quien fuera un destacado e innovador diseñador de aviones, y reconocido mundialmente como el “padre de las alas voladoras”.

La ceremonia fue presidida por el director del MNA, Comodoro (R) Carlos Maroni, y contó con la presencia del Sr. Diego Horten (hijo del Ing. Reimar Horten) y de representantes de la FAAG, los señores Rodolfo Hepe, Guillermo Regnier y German Lehrke. En el transcurso de la misma fue presentada una síntesis de los diseños realizadas por el Ing. Horten, partes de ellas exhibidas en el salón, tanto en tamaño natural (como el planeador H X “piernífero”) como en escala.

Cabe destacar que las tareas de restauración de los aviones fueron realizadas íntegramente por personal técnico del MNA, encabezado por Marcelo Baldelli del grupo de restauradores GTRA.

Breve biografía del Ing. Reimar Horten:

Nacido el 12 de marzo de 1915 en la ciudad de Bonn, Alemania, Reimar Horten se convertiría sin duda en uno de los más brillantes ingenieros aeronáuticos del siglo XX.

Mostrando una clara inclinación hacia la aeronáutica, a la corta edad de 14 años obtuvo el brevet de piloto de planeadores, convirtiéndose en uno de los pilotos civiles más jóvenes de su época.

Participando con sus propios proyectos tomó parte de los principales concursos de aeromodelismo de Alemania, llegando a ganar el prestigioso premio Otto Lilienthal.

En el año de 1933 diseña, construye, y vuela la que sería la primera ala voladora limpia de la historia, el HI. De aquí en más sus diseños no conocería límites siendo las alas voladoras su obsesión.

Cursa sus estudios superiores de Ingeniería Aeronáutica en la Universidad de Bonn, bajo la tutela del genial Ludwig Prandtl, padre de la teoría de los fluidos, y luego se desempeña como piloto, diseñador y constructor de aviones. En los últimos y dramáticos días de la 2da guerra
mundial, Reimar se encontraba construyendo el que sería el primer avión en forma de delta que rompería la barrera del sonido. Si bien este proyecto no llegó a concretarse ya había puesto en línea de producción el formidable H9, el caza más adelantado de su época y primer
avión Stealth de la historia.

Los principios aerodinámicos del vuelo supersónico fueron por él (y por Alexander Lippisch) establecidos por primera vez en este período, conocimientos que aventajaban en muchos años a los diseñadores aliados y muy bien capitalizados por estos luego de la derrota alemana en abril de 1945.

Finalizada la guerra es capturado por los anglosajones y llevado a Inglaterra para ser interrogado intensamente sobre sus proyectos, y, una vez liberado es invitado por un corto tiempo a trabajar en la fábrica británica Avro, donde diseña las líneas del primer delta inglés, el bombardero estratégico Avro Vulcan. Vuelve a Alemania donde concluye su doctorado de matemáticas y física en la Universidad de Göttingen, siendo su tesis doctoral los cálculos integrales para el vuelo supersónico, la primera en su tipo de la historia.

Ante la imposibilidad de seguir sus desarrollos en Alemania se traslada a Italia donde toma contacto con autoridades argentinas que se encontraban reclutando científicos alemanes, y, con ayuda de un pasaporte de la Cruz Roja, emigra a la Argentina.

Se radicó en Córdoba, y en la Fábrica Militar de Aviones desarrolló una interminable serie de proyectos que fueron desde alas voladoras en versión planeador, el IA 34 “Clen – Antú”, el IA.e 41 que fue el primer planeador en cruzar en ida y vuelta la cordillera de los Andes, hasta el IAe 37, delta supersónico, el primero en volar en la historia de la aviación. Otro diseño trascendente fue el IA. 38, avión pesado de cargas diseñado como ala voladora, pionera en toda América latina y padre directo del que luego fuera el bombardero estratégico
B 2 “Stealth” de Northrop. Por otro aspecto Reimar ejerció una fuerte actividad docente en Argentina siendo el principal referente de las cátedras de aerodinámica 1, 2 y 3 de las carreras de ingeniería aeronáutica de la FMA y de la Universidad de Córdoba.

En el año 1967 diseña el IA. 58 “Pucará” del cual se fabricaron más de 100 ejemplares. Este avión de apoyo a tropas de tierra tuvo una destacada actuación en la guerra contrainsurgente de la década de los 70 y en la gesta de la recuperación de las Malvinas.
Reimar Horten falleció el 14 de agosto de 1993, y pocos días después de su fallecimiento recibió por parte de la British Royal Aeronautic Society la Gold Medal for Aeronautics, en virtud de su aporte al mundo de la aviación.

Se destaca en esta alta distinción su contribución como pionero al diseño de alas voladoras, el primer cruce de los Andes en planeador, la edición de su libro “Nurflügel”, su carrera como docente y de una manera muy escueta pero clara, su contribución al diseño del B2 Stealth al
servicio de la USAF.

La inauguración de la Sala Horten en el Museo Nacional de Aeronáutica de Morón Argentina tal vez sea un primer gran reconocimiento para quien, desde el punto de vista de la humildad y el trabajo constante, tuvo una fuerte e inequívoca impronta en la evolución del mundo
aeronáutico del Siglo XX.